10 octubre 2012
uno deja de escuchar los tacones
1.
uno estaba uno era y ahora
muy bien libre luego
acá de embarcarse del maremoto
huyendo en la fantasía del delirio
por los pasillos que se hallara no sé
del flujo disponible qué sigue
uno escapaba uno estaba y ahora
como podía consciente luego
de todo del ritmo accidentarse
cuanto pudiera interior y hacerse
relacionarse y del tiempo de nuevo
con uno de afuera nómada
uno se hallaba uno sueña no sé
muy a gusto o vislumbra si será
y tranquilo el cambio posible
ignorando el peligro volver
las señales la presencia a la carrera
de la psique el desasosiego infinito
2.
uno estaba uno era
el maremoto huyendo
por los pasillos del delirio
uno escapaba uno estaba ¿y ahora?
de afuera nómada
uno se hallaba
muy a gusto
y tranquilo
sin hacer caso
de las señales
uno sueña
o vislumbra
el cambio el peligro
del accidente hacerse de nuevo nómada
de la carrera infinito
se acaba la costa
hay un risco que servirá de montículo
para coger vuelo
yo cierro
los ojos
y espero
que nadie
nunca
me atrape
3.
dejé de escuchar tus tacones
no reparé si sonaba la puerta al cerrarse
y me distraje con el suplemento del sábado
me quedé con una sensación inusual
como si te hubieras quedado atrapada
en algún lugar oculto
e inaccesible
en una especie de dimensión paralela
entre la puerta de mi apartam(i)ento
y una salida
que desconozco
Imagen: Calle de Havre esq. con Hamburgo, Col. Juárez, Ciudad de México (2012)
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1 comentario:
Muy buenooo
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